
El pasado sábado realizamos el amasado de jalá agulá, que había tenido que suspenderse la semana anterior por la lluvia. Y aunque esta vez el clima volvió a ponerse en contra, pudimos hacerlo igual y con gran convocatoria de las familias. Gracias a la energía de los madrijim y del departamento de juventud, vivimos una tarde especial en la que la tradición, la unión y la alegría fueron más fuertes que la lluvia.
Fue un encuentro cargado de significado. En Rosh Hashaná, la jalá redonda simboliza el ciclo de la vida y el deseo de un año pleno, con continuidad y esperanza. Amasarla en comunidad nos recordó que cada gesto, cada trenza y cada pan compartido, es también un pedido de bendiciones y dulzura para todo Am Israel.